La provincia de Jaén, dentro de sus cientos de maravillas, como la gastronomía, esconde una característica muy especial. El llamado ‘Triángulo del Renacimiento español’ está formado por las localidades jienenses de Úbeda, Baeza y Sabiote. Todas ellas te aguardan repletas de edificios y paisajes en los que el Renacimiento, ese amplio movimiento cultural que se produjo en Europa en los siglos XV y XVI, está muy presente. ¿Te animas a descubrirlo por ti mism@?
Úbeda
Empezaremos hablando de Úbeda. Esta preciosa ciudad de menos de 40.000 habitantes, fue la localidad de la nobleza en aquellos años tras la reconquista de España. Sin duda alguna el corazón monumental es la plaza Vázquez de Molina. Del mismo modo, muy cerca de ella se encuentra el monumento levantado en honor del secretario de Carlos V, Don Francisco de los Cobos, la Sacra Capilla del Salvador.
En los alrededores de esta fachada se construyeron otras obras muy importantes como la Basílica de Santa María de los Reales Alcázares, el Palacio de Vázquez de Molina y el Palacio del Deán Ortega. Además, a día de hoy el Palacio de Vázquez de Molina se utiliza como ayuntamiento local.
Otra plaza muy importante es la Plaza Primero de Mayo, en la que se encuentra la Iglesia de San Pablo, las antiguas casas consistoriales y en las que se reúnen cientos de turistas a diario para contemplar su belleza.
Por si fuera poco, la Torre del Reloj y la Iglesia de la Santísima Trinidad, en la Plaza de Andalucía, y la Iglesia de Santo Domingo, en la plaza del nombre homónimo, constituyen un enclave impresionante que entrará en tu corazón y en la galería de imágenes de tu teléfono móvil en un abrir y cerrar de ojos.
Baeza
Con algo más de 15.000 habitantes en la actualidad, Baeza es una ciudad repleta de lugares que visitar. Presume de contar con la catedral más grande de toda Andalucía, la Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza, y también de ser uno de los pocos lugares de la comunidad autónoma que cuenta con arte románico en sus calles.
Se caracteriza por haber tenido una importancia crucial en el pasado, y eso se refleja en la cantidad de escudos reales que se pueden observar en sus edificios públicos, además de en la mencionada catedral.
Sabiote
Una de esas localidades llenas de historias. Con tan solo 4.000 habitantes, se trata de la más pequeña y despoblada del triángulo, pero no por ello menos importante. Esta villa medieval esconde rincones con encanto a cada esquina que tomes y sus edificaciones te trasladarán a otra época. En el Castillo de Sabiote, la Iglesía de Santa María o el Convento de las Carmelitas Descalzas se respira un ambiente muy especial, digno de experimentar por uno mismo.